Este majestuoso cuadro fue pintado después de la obra original del pintor italiano Paolo Gaidano (1861-1917). Se puede apreciar a María, de niña, arrodillada, rodeada por su madre, Santa Ana, y de su padre, San Joaquín. La paloma que domina la escena simboliza el espíritu santo.
El cuadro fue realizado en 1927 por Célina Fréchette (1853-1942), religiosa del Buen Pastor de Quebec, conocida como hermana Saint Jean Berchmans. Fue una de las primeras pintoras de la región en haber ejercido el arte de manera profesional.