A unos metros de la iglesia del Corpus Christi, la puerta de San Andrés da acceso al barrio judío.A pesar de que no hay documentos que demuestren la presencia de judíos en la ciudad antes de 1215, los historiadores afirman que esta posibilidad existe, al menos desde finales del siglo XI. Pero es sobre todo en siglos posteriores que la presencia judía en Segovia va a ser más notable, y destacará en densidad respecto a la de otras ciudades castellanas.Una fecha decisiva en la historia de la aljama de Segovia es el 2 de febrero 1412, año en el que se obliga a las comunidades judía y musulmana a agruparse en el interior de las ciudades, en las zonas cerradas y delimitadas por murallas. El barrio judío se extendía desde la calle de la Almuzara al norte, hasta la muralla de la ciudad al sur, entre el antiguo matadero y la puerta de San Andrés.
El decreto firmado por los Reyes Católicos en 1480 dio lugar a la creación de un verdadero gueto judío, en el que la población quedó definitivamente confinada hasta su expulsión en 1492. La separación de judíos y musulmanes del resto de la población cristiana de Segovia en 1481 supuso la creación de un barrio cuya población era cuatro veces superior a la del agrupamiento precedente de 1412. Se extendía a lo largo de la muralla al sur y al norte, entre la primera Sinagoga mayor y la iglesia de San Andrés.Esta muralla estaba cerrada por siete arcos o puertas fortificadas, a las que debemos añadir la puerta de San Andrés y el Postigo del Sol.